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Rosario

ROSARIO GERAL
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ROSARIO GERAL

SINOPSIS

Rosario es un espectáculo de danza libremente inspirado en las obras del artista brasileño conocido como Bispo do Rosario que cierra la trilogía del artista plástico y coreógrafo Márcio Cunha, habiéndose inspirado previamente en Frida Kahlo para realizar el espectáculo "Frida - yo" y en Jean Michael Basquiat para interpretar "Basquiat's Sky". Cuerpo, sociedad y espiritualidad son temas y proposiciones que llevaron a escena estos poderes de las artes visuales de Márcio Cunha. Rosario propone sacralizar el gesto y el hacer artístico en la búsqueda de un encuentro abierto con la intuición y de puentes entre cuerpo y religiosidad, entre movimiento y espiritualidad. Un documental bailado sobre las obras de Bispo do Rosario y las atrocidades vividas en el manicomio de la ex Colonia Juliano Moreira. Un espectáculo tejido con sutilezas y cosido con poesía en el encuentro con el escenario. 

Año de debut: 2018.

FICHA TÉCNICA

Concepción, dirección e intérprete: Márcio Cunha


Asistente de dirección: Juliana Nogueira


Escenografía: Silvia Araujo y Márcio Cunha


Embarcación utilizada en la escena: Arlindo


Videoarte y captura de imagen: Guto Neto


Banda sonora: Antonio Nóbrega


Diseño de luces: Juca Baracho


Video performance: Marcio Cunha y Arlindo


Fotografía: Marcella Azal


Oficina de Prensa: Passarim Comunicação (Silvana Cardoso/Juliana Feltz)


Dirección de producción y diseño gráfico: Cacau Gondomar


Colaboración artística: Diana Kolker y Elihas Di Jorge


Realización: Calu – Museo de Arte Contemporáneo Bispo do Rosário – Sesc Rio

Debutó en el SESC COPACABANA

Jun  2018

REPORTAJE - RESIDENCIA ARTÍSTICA CASA B


Hablar de una experiencia inmersiva con el cuerpo en mente, se torna casi frívolo ya que el universo simbólico atraviesa la estructura cotidiana en busca de poesía, nuevos movimientos y la palabra ya no es capaz de expresar. Aun así, estoy humildemente dispuesto a tratar de comunicarme aquí.
Mi cuerpo experimentó superficies, espacios, lugares, situaciones, historias, cruces que me obligaron a entrar en un estado que llamaré aquí alerta sensible. Una especie de desapego presente, expansión de horizontes, expansión de percepciones.
La intensidad de la residencia de tres días en el proyecto CASA B del Museo Bispo do Rosario me llevó a profundas reflexiones que reverberan en mis entrañas hasta ahora.
Fui muy bien recibido por el hermoso personal del Museo, que rápidamente me hizo sentir a gusto y, extrañamente, sentí una sensación de reencuentro. Bueno... ¡reencuentro!
Apoyado por tres amados que me acompañaron todo el tiempo, Diana, Elihas y Ana, me sumergí cada segundo más en las obras del Obispo, con una proximidad inigualable a toda la colección, en contacto con las personas que vivieron y Conocía al Obispo, con el Pabellón donde estuvo y realizó la mayor parte de sus obras, con todo el lugar lleno de historias y reportajes.
Mi cuerpo a estas alturas ya había vivido una aventura, una montaña rusa de sentimientos y sensaciones.
Sentí miedo, opresión en el pecho, dolor en las articulaciones, alegría y éxtasis, un nudo en la garganta, una sensación de congelación, ganas de gritar, posesión, control y descontrol... cosas que ni siquiera puedo nombrar.  
Se sentía como si el tiempo se hubiera detenido para que tuviera lugar una intensa experiencia física extra. ¡Oré mucho! ¡Realmente pedí ayuda! 
Escuché y sentí cosas en ese lugar que podían transformar el cuerpo, hacer temblar a cualquiera y hacer que mucha gente saliera corriendo.
No había tiempo para descuidos y en todo momento el TIEMPO era clase y la intuición tenía que estar lista para saber estar ahí.
Las obras del Obispo son para mí un legado de delicadeza, fuerza, poesía, historia y denuncia. Una evocación divina de autocuración. Una invitación a la transformación.
Estar allí en Semana Santa viviendo toda esta intensidad en el cuerpo fue un vía crucis!
Estar muy cerca de Arlindo, artista del Atelie Gaia que convivió con Bispo do Rosario en aquella época de atrocidades, teniendo la oportunidad de actuar juntos en Cela do Bispo, limpiando el dolor del pasado, sacralizando el acto como limpieza y purificación, purgar el sufrimiento y dar voz a los excluidos fue inmenso. ¡Todavía estoy digiriendo! ¡Quizás en otro momento vuelva a escribir y pueda registrar este episodio único en mi vida!
Arlindo es un gran artista! ¡Vivo como el obispo! ¡Despierta como pocos!
Por si todo lo que ofrece la residencia fuera poco, aún nos quedan los fantásticos encuentros de 'casualidad'. Tuve una conversación sobre la espiritualidad, la locura y el futuro de la humanidad durante unas 3 horas con un psiquiatra, un diseñador de vestuario y una enfermera/policía residente en el dormitorio en el que me alojaba.
¡Solo el Obispo puede reunir a personas tan diferentes en torno a estos temas! 
También tuve la oportunidad de dar clases de baile a personas de la comunidad. ¡Me conmovió y me alegró mucho comprobar el poder del arte, del movimiento! 
Dormí una noche en el polo y luego me fui al cuartel. Dormí solo en el poste. ¡Solo estaba yo en todo ese lugar con todo lo que es! 
Mala noche de sueño, primer día, ruidos extraños al amanecer, todo se movía, ¡todo! ¡No hubo final!
El último día llega Guto Neto, cineasta y gran amigo, para hacer registros poéticos de la jornada. Me pregunta si sé por dónde vamos a empezar... todas mis certezas ya se habían desvanecido y pasamos el día con la intuición que nos guiaba a los lugares correctos.
Se hicieron valiosos testimonios, reportajes que nos silenciaron, surgieron imágenes conmovedoras y nacieron multitud de interrogantes.
No sé qué hacer con tanto… muchos recuerdos en mi cuerpo se dilatan y piden una voz.
Creo que ahora solo la habitación y la escena seguirán hablando.

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